EVANGELIOS
PARA ANALFABETOS.
Llegados a este punto surge una pregunta
espontánea:
¿Los evangelios son tan difíciles de
interpretar? ¿No han sido escritos con un lenguaje accesible a todos?
Ciertamente es así.
Los evangelios no han sido escritos para ser
leídos, sino oídos, dado que la mayor parte de los primeros creyentes eran
analfabetos (Hch 4,13).
Los evangelistas, literatos idóneos de las
comunidades cristianas, transmitían sus escritos a otras comunidades donde el
lector, persona de cultura expresamente encargada para ello (Ap 1,3) no se
limitaba a leer el texto, sino que lo interpretaba y lo explicaba a la gente.
En un lugar particularmente difícil del
evangelio de Marcos, el autor hace expresamente una advertencia: "Que el
lector preste atención» (Mc 13,14).
Naturalmente para vivir en plenitud el mensaje
de Jesús es suficiente incluso una lectura no profunda.
Expresiones como "Amad a vuestros
enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen,
rezad por los que os maltratan. (Lc 6,27) no necesitan tanto de explicación
cuanto de ser llevadas a la práctica.
Pero si se quiere comprender -lo que es la
anchura y largura, la altura y profundidad- (Ef 3,18) del amor del Padre
contenido en la Escritura es necesario un trabajo de investigación. Los
evangelistas de hecho no presentan un relato histórico de lo que Jesús realizó,
sino una teología de lo que la comunidad puede hacer: no una vida de Jesús,
sino su significado en la vida de la comunidad. No hechos extraordinarios para
suscitar la admiración en el lector, sino una invitación para continuar la obra
de Jesús (Jn 14,12).
Alberto Maggi.
HUESOS PARA PROBAR NUESTRA FE.
Un intelectual cristiano que consideraba que la Biblia es literalmente verdadera hasta en sus menores detalles, fue abordado en cierta ocasión por un colega que le dijo: “Según la Biblia, la tierra fue creada hace cinco mil años aproximadamente. Pero se han descubierto huesos que demuestran que la vida ha existido en este planeta durante centenares de miles de años”.
La respuesta no se hizo esperar: “Cuando Dios creó la tierra, hace cinco mil años, puso a propósito esos huesos en la tierra para comprobar si daríamos más crédito a las afirmaciones de los científicos que a su sagrada Palabra”.
Una prueba más de que las creencias rígidas conducen a distorsionar la realidad.
CORRIGE LA LEY Y SU
INTERPRETACIÓN. Mt 5,21-26.
21 Os han enseñado
que se mandó a los antiguos: "No matarás (Éx 20,13), y si uno mata será
condenado por el tribunal".
22 Pues yo os digo:
Todo el que esté peleado con su hermano será condenado por el tribunal; el que
lo insulte será condenado por el Consejo; el que lo llame renegado será
condenado al fuego del quemadero.
23 En consecuencia, si yendo
a presentar tu ofrenda al altar, te acuerdas allí de que tu hermano tiene algo
contra ti,
24 deja tu ofrenda
allí, ante el altar, y ve primero a reconciliarte con tu hermano; vuelve
entonces y presenta tu ofrenda.
25 Busca un arreglo con el que
te pone pleito, cuanto antes, mientras vais todavía de camino; no sea que te
entregue al juez, y el juez al guardia, y te metan en la cárcel.
26 Te aseguro que no
saldrás de allí hasta que no pagues el último cuarto.
EXPLICACIÓN.
21 - 26. Jesús
ataca la concepción de la Ley mantenida por los letrados. Seis antítesis. No
pretende radicalizar la
Ley de Moisés, sino, frente a ella, sacar las consecuencias que derivan de un
principio mucho más exigente: el bien
del hombre y la sociedad de amor mutuo.
No
basta abstenerse de la acción (matar), la actitud (estar peleado) (22) merece
ya el juicio. Se manifiesta en el insulto; cuando llega a excluir al otro del
propio trato (renegado), merece la pena definitiva, simbolizada por la
destrucción del fuego. La buena relación con los hombres tiene precedencia sobre
la relación con Dios expresada en el culto (23s). Cuando no se ataja la
discordia, sus efectos pueden ser extremos (25).
No hay comentarios:
Publicar un comentario