EL MONO
QUE SALVÓ A UN PEZ.
“¿Qué demonios estás haciendo?” le pregunté al
mono cuando le vi sacar un pez del agua y colocarlo en la rama de un árbol.
“Estoy salvándole de perecer ahogado”, me respondió.
Lo que para uno es comida, es veneno para otro.
El sol, que permite ver al águila, ciega al búho.
“Estoy salvándole de perecer ahogado”, me respondió.
Lo que para uno es comida, es veneno para otro.
El sol, que permite ver al águila, ciega al búho.
(Mt
12,1-7; Lc 6,1-4)
23Sucedió que un sábado iba él atravesando lo
sembrado, y sus discípulos empezaron a caminar arrancando espigas. 24Los
fariseos le dijeron:
-¡Oye! ¿Cómo hacen en sábado lo que no está
permitido?
25Él les replicó:
-¿No habéis leído nunca lo que hizo David
cuando tuvo necesidad y sintió hambre, él y los que estaban con él? 26¿Cómo
entró en la casa de Dios en tiempo de Abiatar, sumo sacerdote, y comió de los
panes de la ofrenda, que no está permitido comer más que a los sacerdotes, y
les dio también a sus compañeros?
El
hombre y la Ley. Antigua alianza y reino de Dios (Mt 12,8; Lc 5,5)
27y les dijo:
-El precepto existió por el hombre, no el
hombre por el precepto; 28 luego señor es el Hombre también del precepto.
Efecto
de la Ley absolutizada. El hombre del brazo atrofiado (Mt 12,9-14; Lc 6,6-11)
3 1Entró de nuevo en la
sinagoga y había allí un hombre con el brazo atrofiado. 2Estaban al acecho para
ver si lo curaba en sábado y presentar una acusación contra él. 3Le dijo al
hombre del brazo atrofiado:
-Levántate y ponte en medio.
-4Y a
ellos les preguntó:
-¿Qué está permitido en sábado, hacer bien o
hacer daño, salvar una vida o matar?
Ellos guardaron silencio. 5Echándoles en torno
una mirada de ira y apenado por su obcecación, le dijo al hombre:
-Extiende el brazo.
Lo extendió y su brazo volvió a quedar normal.
6 Al salir, los fariseos, junto con los
herodianos, se pusieron enseguida a maquinar en contra suya, para acabar con
él; 7ª Jesús, junto con sus discípulos, se retiró en dirección al mar.
EXPLICACIÓN.
2,23-3,7a. Tríptico. El hombre y la Ley.
a) (1,23-26). Los discípulos, usando de la libertad
expuesta por Jesús en la perícopa anterior, no hacen caso del precepto del
sábado, que, según los fariseos, compendiaba la Ley entera. Arrancar
espigas era considerado por los fariseos equivalente de segar, trabajo
prohibido en sábado (23). Protesta de los fariseos (24). Con la Escritura les
muestra Jesús que su interpretación rigorista de las leyes errónea,
incluso para los sometidos a la Ley, pues ésta debía ceder, y no sólo en
el caso del sábado, ante la necesidad del hombre. David, figura
indiscutible para los judíos (25-26).
b) (1,27 -28). En la antigua alianza, el precepto/la Ley
existía para beneficio del hombre (27). En la comunidad mesiánica o nueva alianza, el Hombre,
portador del Espíritu de Dios (1,10), denominación que se aplica a Jesús
y, tras él a los que reciben el Espíritu (1,8), está por encima de la Ley. Ésta ha perdido todo papel.
Justifica así el proceder de los discípulos (28, cf. v. 23). Hay que distinguir
entre «el sábado» (gr. tasabbata, en la perícopa anterior y en la siguiente) y
e! más general «día de precepto» o, por metonimia, «el precepto del descanso»
(gr. to sabbaton, tres veces en esta perícopa); cf. Mt 12,5.
c) (3,1-7a). De hecho, el precepto se ha convertido en instrumento para
inutilizar al hombre; lo incapacita para ser imagen de Dios impidiéndole su
actividad (brazo atrofiado; cf. Gn 1,28; 2,5: «dominar la tierra»,
«trabajar») (1). El
inválido, único presente en la sinagoga aparte de Jesús y los fariseos, representa al pueblo sometido a la institución.
Jesús pretende curar; sus enemigos, denunciarlo. La reincidencia en la
violación del precepto sabático, después de una primera advertencia (2,24),
estaba penada con la muerte (2). Poniéndoles delante la situación del pueblo
(en medio) (3), intenta hacerlos reflexionar. El bien del hombre, valor supremo que relativiza o anula
la Ley. Silencio hostil de los fariseos, enemigos de Jesús y del hombre
(4). Ira de Jesús por el daño
que hacen y pena por su ceguera voluntaria; en ambas reacciones, amor al
hombre. Jesús arriesga su vida al devolver la capacidad de acción al
inválido/pueblo; demuestra así que el bien del hombre es el valor supremo
(5). Los jefes
espirituales y los judíos galileos partidarios del régimen de Herodes
(los herodianos, cf. 6,21), no
toleran la emancipación del pueblo (6). El mar, como en el éxodo, paso
hacia la tierra prometida, ahora constituida por e! mundo entero (pueblos
paganos). Horizonte universal del Reino. Se ha consumado la ruptura de Jesús
con la sinagoga (7a).
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