sábado, 12 de noviembre de 2016

MI VIGÉSIMO TERCERA CATEQUESIS DE CONFIRMACIÓN.

LA SANTIDAD EN EL INSTANTE PRESENTE.

Le preguntaron en cierta ocasión a Buda “¿Quién es un hombres santo?”. Y Buda respondió “Cada hora se divide en cierto número de segundos, y cada segundo en cierto número de fracciones. El santo es en realidad el que es capaz de estar totalmente presente en cada fracción de “segundo”.

El guerrero japonés fue apresado por sus enemigos y encerrado en un calabozo. Aquella noche no podía conciliar el sueño, porque estaba convencido de que a la mañana siguiente habrían de torturarle cruelmente. Entonces recordó las palabras de su Maestro Zen: “El mañana no es real; la única realidad es el presente”.
De modo que volvió al presente y se quedó dormido.

El hombre en el que el futuro ha perdido su influencia se parece a los pájaros del cielo y a los lirios del campo. Fuera preocupaciones por el mañana. Vivir totalmente en el presente: He aquí al hombre santo.

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TRAVESÍA. LA TEMPESTAD. EL IMPEDIMENTO PARA LA MISIÓN. Mc 4,35-5,1
(Mt 8,23-27; Lc 8,22-25)

35 Aquel día, caída ya la tarde, les dijo:
-Crucemos al otro lado.
36Dejando a la multitud, se lo llevaron tal como estaba, en la barca, aunque otras barcas estaban con él. 37Sobrevino un fuerte torbellino de viento; las olas se abalanzaban contra la barca, y la barca empezaba ya a llenarse; 38él se había puesto en la popa, sobre el cabezal, a dormir. Lo despertaron y le dijeron:
-Maestro, ¿no te importa que perezcamos?
39Una vez despierto, conminó al viento diciéndole al mar:
-¡Silencio,  estate callado!
Cesó el viento y sobrevino una gran calma.
40Él les dijo:
-¿Por qué sois cobardes? ¿Aún no tenéis fe?
41Les entró un miedo atroz y se decían unos a otros:
-Pero entonces, ¿quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?
5 1Y llegó al otro lado, al país de los gerasenos.

EXPLICACIÓN.


4,35-5,1. Episodio central de la segunda sección: Travesía a país pagano (35). Los discípulos (cf. v. 38: Maestro) secuestran a Jesús, impidiendo que los seguidores no israelitas (otras barcas) se asocien a la misión. Quieren que ésta se desarrolle según las categorías del: judaísmo (superioridad de Israel) (36). Éste es el mal espíritu (torbellino de viento) que pone en peligro la misión y el grupo (la barca) (37). Jesús se echa a dormir (= no se deja sentir su presencia; el episodio anticipa una praxis pospascual de misión; cf. v. 35: aquel día, como en 2,20, de la muerte de Jesús). Reproche de los discípulos (38). Jesús increpa al viento como a un espíritu inmundo (cf. 1,25; «silencio»: alusión al espíritu fariseo, cf. 3,4) (39). Reprocha a los discípulos su miedo, que nace de su falta de adhesión/fe (40). Dominar el mar era propio de Dios (Sal 107,29s); no entienden al Hombre-Dios: sienten miedo del poder de Jesús, temiendo represalias por su conducta anterior (41).

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